En este blog nos basamos sobre el día que Ecuador nació como
estado, a continuación la información.
La República del Ecuador nació como Estado el 13
de mayo de 1830, tras finalizar un período de inseguridad política luego del
acontecimiento de la independencia de España que cesó en la gran batalla de Pichincha el
24 de mayo de 1822.
En el lapso determinado de la independencia
estuvimos asociados a la Gran Colombia hasta 1830. Mediante esos ocho años la
República de Ecuador no era reconocida, existía el Distrito del Sur (la
antigua Audiencia de Quito) que lo dirigía el Prefecto
General en aquel tiempo el Gral. Juan José Flores.
Este Distrito del Sur estaba reintegrado por tres departamentos:
El Departamento de Ecuador,
la parte norte del país donde Quito es la capital, otra parte el
Departamento de Azuay, (todo el austro ecuatoriano) cuya principal ciudad es
Cuenca; y, finalmente, el Departamento de Guayaquil, con soberanía en toda la
costa.
En el año de 1830, exclusivamente el 13 de
mayo, el Departamento de Ecuador, por medio de acta firmada por una
Asamblea de Notables de Quito, determinó replegarse de la denominada “Gran
Colombia”, pasando a ser un Estado independiente con el nombre de “República del Ecuador”. El Gral. Juan José
Flores, fue asignado Jefe Supremo del Gobierno. Flores fue de nacionalidad
venezolana.
Reconociendo a los
Gobernadores de los dos departamentos, tanto de Guayaquil, como
del Azuay, están comandados por el Gral. Flores, la Asamblea de Quito, resuelve
encargarle su integración a este nuevo Estado, por lo cual el 19 y 20 de mayo,
se incorporan a la República.
Una vez posesionado en sus funciones el General
Juan José Flores, convocó a una Asamblea Constituyente el 14
de agosto de ese año en Riobamba con
la finalidad de expedir la Constitución Política de esta
nueva República.
Definidamente el 22 de septiembre de 1830 se informa en la
primera Constitución, declarando que los departamentos del Azuay, Guayaquil y
Ecuador consolidados forman un solo bloque independiente con el nombre de
Estado del Ecuador.
Juan José Flores es aprobado en el poder como Presidente de
Ecuador, siendo el guayaquileño José Joaquín de Olmedo, el Vicepresidente.
El Ecuador debe su nombre a diferentes proezas que durante los años se unificaron para borrar el histórico nombre de
Quito.
El primero de ellos se dio en el año 1736, cuando la Academia de
Ciencias de París envió a Quito la célebre Comisión Geodésica de Francia
conformada por los eruditos La Condamine, Bouguer, Godín y
Seniergues, entre otros, quienes permanecieron acompañados por los marinos
españoles Jorge Juan y Antonio de Ulloa. La intención de la Misión era el de
medir un arco de meridiano terrestre, así los científicos se dirigieron a Quito donde realizaron sus
investigaciones.
Como producto de su permanencia en la audiencia, Ulloa y Juan
escribieron una importante reseña que publicaron bajo el título de “Noticias
Secretas de América”, en la cual se refirieron a “Las Tierras del Ecuador” -en
alusión a la línea equinoccial que cruza al norte de la ciudad de Quito-,
dejando a un lado el nombre de la Presidencia o Audiencia de Quito.
Años más tarde y luego proclamada la independencia y de que
Bolívar anexara a Colombia todo el territorio de la Audiencia, al promulgarse
la Ley de División Territorial de Colombia del 25 de junio de 1824
se volvió a dejar a un lado el nombre de Quito y se volvió a destacar el de
Ecuador.
El Acta de nacimiento de la República del Ecuador dice textualmente:
En la ciudad de San Francisco de Quito, a
trece de mayo de mil ochocientos treinta; congregadas las corporaciones y
padres de familia por el General Prefecto del Departamento en virtud de la
presentación que les ha dirigido el Procurador general e instruido de los
puntos que contiene, dijeron: Que consecuentemente con sus principios de amor
al orden, han sostenido la integridad nacional hasta la presente en la mayoría
de Colombia pronunciándose por una nueva forma de Gobierno, ha disuelto la
unión, como lo acreditan las Actas de Venezuela, Casamare,
Nieva, Popayán y otras provincias.
Que aun el Gobierno, considerando ser este el voto general ha
manifestado del Congreso en su ultimo mensaje, la nulidad de su representación
y la necesidad de cesar en sus funciones.
Que no pudiendo resistir a esa voluntad, ni mostrarse insensible
a sus verdaderos intereses, se ve precisado a uniformar su sentimientos con los
deseos de la Nación para salvarse de los horrores de la anarquía y organizar el
Gobierno mas análogo a sus costumbres, circunstancias y necesidades, declaran:
1.- Que en ejercicio de
su Soberanía, se pronuncian por constituir un Estado Libre e
independiente con los pueblos comprendidos en el Distrito Sur, y los mas que
quieran incorporarse inmediatamente por las razones de la naturaleza y reciproca
convivencia;
2.- Que, mientras se reúna la
Convención del Sur, y se nombre los altos
funcionarios, queda encargado del mando supremo , civil y militar, el Sr.
General Juan José Flores, quien deposita toda su confiesa convencidos por los
respectivos testimonios que les ha dado propensión de conservar el orden y
tranquilidad, por haber salvado tan gloriosamente al Sur en las circunstancias
tan difíciles, por el acierto, integridad y tino con que se ha conducido en la
carrera de su mando, conciliándose con su talento y virtudes el aprecio general
de estos pueblos, que son los deudores de inmensos beneficios;
3.- Que, en ejercicio del
citado Poder que se le confiere, se le autoriza para que
nombre los funcionarios que estime necesarios y haga cuanto crea conducente al
mejor régimen del Estado, manteniéndose lo empleado y leyes vigentes, con
modificaciones que sean indispensables;
4.- Que, en quince días
después de haber recibido las Actas de los pueblos que deban
formar con Quito un solo Estado, convocara el Congreso Constituyente, conforme
al Reglamento de Elecciones que expedirá el efecto;
5.- Que, si dentro de cuatro
meses no se hubiere instalado la Convención, se reunirá
al pueblo para deliberar sobre sus destinos.
6.- Que, el Ecuador
reconocerá siempre los eminentes servicios que ha prestado
a la causa de la libertad S.E. el libertador, cuyas glorias, que son las de
Colombia se conservaran entre nosotros como depósito sagrado y se transmitirán
a la posteridad para su gratitud y admiración;
7.- Que, se eleve esta Acta a S.E.
el Jefe Supremo, por medio del Sr. Presidente de la Asamblea
para su conocimiento que tenga a bien dirigirla a los demás Departamentos por
medio de una diputación que nombrara al efecto.
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