lunes, 11 de mayo de 2020

NACIMIENTO DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR DE 13 DE MAYO DE 1830



En este blog nos basamos sobre el día que Ecuador nació como estado, a continuación la información.
La República del Ecuador nació como Estado el 13 de mayo de 1830, tras finalizar un período de inseguridad política luego del acontecimiento de la independencia de España que cesó en la gran batalla de Pichincha el 24 de mayo de 1822.
En el lapso determinado  de la  independencia estuvimos asociados a la Gran Colombia hasta 1830. Mediante esos ocho años la República de Ecuador no era reconocida, existía el Distrito del Sur (la antigua Audiencia de Quito) que lo dirigía el Prefecto General  en aquel tiempo  el Gral. Juan José Flores.
Este Distrito del Sur estaba reintegrado por tres departamentos:
El Departamento de Ecuador,  la parte norte del país donde Quito es la capital, otra parte el Departamento de Azuay, (todo el austro ecuatoriano) cuya principal ciudad es Cuenca; y, finalmente, el Departamento de Guayaquil, con soberanía en toda la costa.
En el año de 1830, exclusivamente el 13 de mayo, el Departamento de Ecuador, por medio de acta firmada por una Asamblea de Notables de Quito, determinó replegarse de la denominada “Gran Colombia”, pasando a ser un Estado independiente con el  nombre  de “República del Ecuador”. El Gral. Juan José Flores, fue asignado Jefe Supremo del Gobierno. Flores fue de nacionalidad venezolana.
Reconociendo a  los Gobernadores de los dos departamentos, tanto de Guayaquil, como del Azuay, están comandados por el Gral. Flores, la Asamblea de Quito, resuelve encargarle su integración a este nuevo Estado, por lo cual el 19 y 20 de mayo, se incorporan a la República.
Una vez posesionado en  sus funciones el General Juan José Flores, convocó a una Asamblea Constituyente el 14 de agosto de ese año en Riobamba con  la finalidad  de expedir la Constitución Política de esta nueva República.
Definidamente el 22 de septiembre de 1830 se informa en la primera Constitución, declarando que los departamentos del Azuay, Guayaquil y Ecuador consolidados forman un solo bloque independiente con el nombre de Estado del Ecuador.
Juan José Flores es aprobado en el poder como Presidente de Ecuador, siendo el guayaquileño José Joaquín de Olmedo, el Vicepresidente.
El Ecuador debe su nombre a diferentes proezas que durante  los años se unificaron para borrar el histórico nombre de Quito.
El primero de ellos se dio en el año 1736, cuando la Academia de Ciencias de París envió a Quito la célebre Comisión Geodésica de Francia conformada por los eruditos La Condamine, Bouguer, Godín y Seniergues, entre otros, quienes permanecieron acompañados por los marinos españoles Jorge Juan y Antonio de Ulloa. La intención de la Misión era el de medir un arco de meridiano terrestre, así los científicos  se dirigieron a Quito donde realizaron sus investigaciones.
Como producto de su permanencia en la audiencia, Ulloa y Juan escribieron una importante reseña que publicaron bajo el título de “Noticias Secretas de América”, en la cual se refirieron a “Las Tierras del Ecuador” -en alusión a la línea equinoccial que cruza al norte de la ciudad de Quito-, dejando a un lado el nombre de la Presidencia o Audiencia de Quito.
Años más tarde y luego proclamada la independencia y de que Bolívar anexara a Colombia todo el territorio de la Audiencia, al promulgarse la Ley de División Territorial de Colombia del 25 de junio de 1824 se volvió a dejar a un lado el nombre de Quito y se volvió a destacar el de Ecuador.


El Acta de nacimiento de la República del Ecuador dice textualmente:
En la ciudad de San Francisco de Quito, a trece de mayo de mil ochocientos treinta; congregadas las corporaciones y padres de familia por el General Prefecto del Departamento en virtud de la presentación que les ha dirigido el Procurador general e instruido de los puntos que contiene, dijeron: Que consecuentemente con sus principios de amor al orden, han sostenido la integridad nacional hasta la presente en la mayoría de Colombia pronunciándose por una nueva forma de Gobierno, ha disuelto la unión, como lo acreditan las Actas de Venezuela, Casamare, Nieva, Popayán y otras provincias.
Que aun el Gobierno, considerando ser este el voto general ha manifestado del Congreso en su ultimo mensaje, la nulidad de su representación y la necesidad de cesar en sus funciones.
Que no pudiendo resistir a esa voluntad, ni mostrarse insensible a sus verdaderos intereses, se ve precisado a uniformar su sentimientos con los deseos de la Nación para salvarse de los horrores de la anarquía y organizar el Gobierno mas análogo a sus costumbres, circunstancias y necesidades, declaran:
1.- Que en ejercicio de su Soberanía, se pronuncian por constituir un Estado Libre e independiente con los pueblos comprendidos en el Distrito Sur, y los mas que quieran incorporarse inmediatamente por las razones de la naturaleza y reciproca convivencia;
2.- Que, mientras se reúna la Convención del Sur, y se nombre los altos funcionarios, queda encargado del mando supremo , civil y militar, el Sr. General Juan José Flores, quien deposita toda su confiesa convencidos por los respectivos testimonios que les ha dado propensión de conservar el orden y tranquilidad, por haber salvado tan gloriosamente al Sur en las circunstancias tan difíciles, por el acierto, integridad y tino con que se ha conducido en la carrera de su mando, conciliándose con su talento y virtudes el aprecio general de estos pueblos, que son los deudores de inmensos beneficios;
3.- Que, en ejercicio del citado Poder que se le confiere, se le autoriza para que nombre los funcionarios que estime necesarios y haga cuanto crea conducente al mejor régimen del Estado, manteniéndose lo empleado y leyes vigentes, con modificaciones que sean indispensables;
4.- Que, en quince días después de haber recibido las Actas de los pueblos que deban formar con Quito un solo Estado, convocara el Congreso Constituyente, conforme al Reglamento de Elecciones que expedirá el efecto;
5.- Que, si dentro de cuatro meses no se hubiere instalado la Convención, se reunirá al pueblo para deliberar sobre sus destinos.
6.- Que, el Ecuador reconocerá siempre los eminentes servicios que ha prestado a la causa de la libertad S.E. el libertador, cuyas glorias, que son las de Colombia se conservaran entre nosotros como depósito sagrado y se transmitirán a la posteridad para su gratitud y admiración;
7.- Que, se eleve esta Acta a S.E. el Jefe Supremo, por medio del Sr. Presidente de la Asamblea para su conocimiento que tenga a bien dirigirla a los demás Departamentos por medio de una diputación que nombrara al efecto.


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