La esperanza de una gran
revolución liberal.
La Revolución liberal de Ecuador fue un
desarrollo de transformación política y económica dentro de la República del Ecuador que se originó
el 5 de junio de 1895 en la ciudad
de Santiago de Guayaquil con el
desconocimiento del gobierno nacional por parte de las autoridades locales,
induciendo rivalidad militarista entre
los liberales —en su mayoría procedentes del litoral— y los derechistas —cuyo trinchera se ubicaba en las ciudades
de la serranía—, empezando así
la guerra civil ecuatoriana, tras la cual consecutivamente fueron
derrocados los gobiernos sucesores al garcianismo, y se aplicaron los gobiernos liberales.
Los liberales, apoyados por la banca guayaquileña y los
agroexportadores del litoral, fueron guiados por el general Eloy Alfaro, quien luego de ser nombrado Jefe Supremo del Guayas,
proyectó una campaña militar que finalizó con la entrega del gobierno nacional
conservador dirigido de forma interina por Vicente Lucio Salazar en Quito. A pesar de que habían
varios informes de resistencia renovadora en el norte del país, Alfaro había
tomado la jefatura suprema nacional y mitigando las revueltas, siendo notorio
que empezó a existir distanciamiento dentro de los liberales .
En 1896, tras algunos meses como Jefe Supremo, se citó a una asamblea constituyente en Guayaquil, sin
embargo, en los días anticipados a la instalación de dicha asamblea aconteció
el denominado Gran Incendio que obligó a
levantar las sesiones. Luego de reinstalada la asamblea en Quito, al año
siguiente se ratificó la xi constitución, y se designó a Alfaro
como Presidente de la
República.
Alfaro se instaló en la presidencia ecuatoriana desde el 17 de enero de 1897 hasta el 31 de agosto de 1901, período conocido como
«el primer alfarismo», en la cual fue de preferencia la construcción del Ferrocarril Andino que debía servir
de conexión entre las ciudades de Guayaquil y Quito, el avance de aislamiento
en la Iglesia católica con respecto al
dominio. Durante este período, los liberales hicieron frente a la Restauración Católica.
Después de los resultados de las elecciones
de 1901,
al «primer alfarismo» le sucedió el gobierno de Leónidas Plaza
Gutiérrez de Caviedes, quien se destacó como
figura del Gran Partido Liberal y permaneció en el bando alfarista desde antes
de la revolución; después, sucesivamente se distanció de Alfaro, separándolo de
los más altos cargos políticos. Plaza difundió nuevos acuerdos ideológicos,
aunque no suprimió la política liberal aplicada por el alfarismo. Al final de
su período de gobierno, en 1905, Plaza patrocinó la
candidatura de Lizardo García, otro adversario de la facción alfarista. García ganó las elecciones
de 1905,
sin embargo, su período de gobierno duró solo un año, al ejecutarse un golpe de
Estado en su contra.
En 1906, Eloy Alfaro presidió
varios levantamientos con el propósito de ignorar el gobierno de Lizardo
García, lanzando una campaña militar que finalizó con la elección de una nueva
jefatura suprema de Alfaro. El «segundo alfarismo» empezó citando a una nueva
asamblea constituyente, que describió la xii constitución, constituyendo a Eloy
Alfaro como presidente y decretando definitivamente el laicismo con la separación
Iglesia-Estado. Durante este período, se reportó la llegada del Ferrocarril Andino a Quito,
finalizando su ruta. Las nuevas alianzas entre detractores del alfarismo,
lograron difundir en la población una importante desconfianza e impopularidad
de Alfaro. El «segundo alfarismo» concluye el 11 de agosto de 1911 con la disertación
de Alfaro a la presidencia.
Mediante la renuncia de
Alfaro y su anticipado exilio a Panamá, las elecciones
de 1911 otorgaron
como ganador a Emilio Estrada Carmona, quien falleció durante su administración.
En seguida se instaura el «segundo placismo», y Alfaro planea dar un nuevo
golpe de Estado; sin embargo, al llegar a Guayaquil es detenido, llevado hasta
Quito y encarcelado por órdenes de Plaza. El 28 de enero de 1912, una aglomeración
popular insitada por el clero, conservadores y liberales placistas, violentaron
la cárcel en donde se hallaba Alfaro, familiares y coidearios; los lincharon y
dispararon, mientras que Alfaro fue arrastrado por las calles de Quito y por
último incinerado.
Con la muerte de Alfaro, Plaza se afirmó en el poder, triunfando
en las elecciones
de 1912 y
contando con la ayuda del sector bancario. Plaza, luego de su período de
gobierno entre los años 1912 y 1916,
tuvo control definitivo sobre los gobiernos de Alfredo Baquerizo
Moreno, José Luis Tamayo y Gonzalo Córdova. Por último, el
ininterrumpido control liberal terminó el 9 de julio de 1925, con el surgimiento de
la Revolución Juliana.
La revolución es considerada uno de los acontecimientos más
importantes de la historia ecuatoriana, debido efecto en la política
y en la sociedad. Dentro de los principales aspectos de esta revolución está la
implantación del laicismo en el Ecuador, con
lo cual la Iglesia y el Estado fueron debidamente separados. En otras áreas donde ocurrió
cambios significativos respecto al estado que distribuyen desde la Colonia, se
encaminaron en aprobar la libertad de culto, la confiscación de los bienes eclesiásticos, la anulación del catolicismo como religión estatal, la enseñanza laica y el divorcio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario