domingo, 9 de mayo de 2021

INDEPENDENCIA DE GUAYAQUIL 9 DE OCTUBRE DE 1820

 


Gran día de
la emancipación guayaquileña del 9 de octubre de 1820 liderada por los valientes gestores.

 La independencia de la ciudad de Guayaquil,  fue un proceso importante durante la historia, Guayaquil contaba casi con 15000 habitantes entre ellos eran 1300 soldados del ejército realista, todos con el propósito de luchar por la libertad. En 1814 varios políticos entre ellos: José María de la Concepción de Antepara y Arenaza, José Joaquín Eufrasio de Olmedo y Maruri, y José de Villamil y Joly,  habían llegado del extranjero para propugnar la independencia, la democracia,  la república y no un simple cambio de autoridades.                                               En este período, también llegaron a la ciudad de Guayaquil, otras personalidades partidarias de la independencia. Entre ellos se destacaron: León de Febres Cordero, Luis Urdaneta y Miguel de Letamendi, miembros del Batallón Numancia que habían sido expulsados de Venezuela por apoyar la emancipación del territorio.

El  domingo 1 de Octubre de 1820, por la mañana, los próceres José de Villamil y Joly con José de Antepara,  visitan a los esposos Morlás, para organizar  un homenaje por el nombramiento de Villamil  como procurador General. El baile se celebró en la casa del prócer José de Villamil y Joly y de su esposa  Ana de Garaycoa y Llaguno, esto era una forma de distraer la atención para que los patriotas se puedan reunir en secreto y planificar la revolución, para declarar la Independencia de la corona española. Su vivienda fue la sede  de  reuniones de los patriotas, ubicada en la calle de la Orilla actual  (Malecón Simón Bolívar).

En  el día 2 de octubre, José de Villamil y Joly se reunió con los líderes Peña y Escobedo de los batallones Milicias y Granaderos de Reserva, los militares apoyaron la causa independentista. Igualmente, acordaron tratar de convencer a los jefes de otros cuerpos militares pero era difícil por ser españoles.

El 3 de Octubre, un grupo de militares y civiles llegaron a la casa de José Joaquín de Olmedo para proponerle que fuera el líder del movimiento independentista. Olmedo se negó porque  era un poeta y no militar considerando que la Revolución es de todos los guayaquileños. Entonces decidieron consultar y buscaron una opción entre el coronel Jacinto de Bejarano, Don José Carbo y Unzueta y el capitán Rafael de la Cruz Ximena.  Coincidiendo con la opinión de Olmedo  resolvieron actuar todos en nombre de la Patria.

El párroco español Francisco de Querejasú denuncia desde el púlpito de la iglesia de San Francisco, que se está preparando un levantamiento contra la corona española, provocando la alerta general entre las autoridades, inmediatamente la ciudad es sitiada por las tropas españolas, reforzadas con personal proveniente de Quito y Lima.

El día 5 de Octubre, las dudas comenzaron a aflorar en varios de los conjurados. León de Febres Cordero intentó animarlos con el siguiente discurso: En nombre de América, os ruego compañeros, no dejar escapar tan favorable ocasión de hacer un gran servicio lanzando la provincia de Guayaquil a la revolución».

EL 7 de octubre, cuando  los independentistas escucharon el rumor del religioso, padre Querejasú, denunciado la organización de la revolución, los conspiradores pretendieron actuar lo antes posible, mientras que otro grupo prefería esperar para que los ánimos se calmaran. Pero en  la casa de José de Villamil y Joly los patriotas resolvieron adelantar las acciones.

El 8 de octubre a  las ocho de la noche, el capitán venezolano León de Febres Cordero y sus tropas decidieron tomar militarmente el Cuartel de la Brigada de Artillería Española, que contaba con 200 efectivos, donde  se encuentra ubicada actualmente la  administración municipal.

En la  madrugada del lunes 9 de octubre, los capitanes León de Febres Cordero y Damián Nájera llevaron con engaño al comandante español Torres Valdivia a la casa de Cap. Damián Nájera y Murillo,  con la excusa de convidarlo a un partido de naipes. En ese instante fue  arrestado  justificándole que era la forma  conveniente de  prevenir  que él se interponga en contra del movimiento independentista. 

El capitán venezolano León de Febres Cordero y sus tropas se tomaron militarmente el Batallón Granaderos de Reserva, que contaba con 600 soldados, participando los soldados Abdón Calderón Garaycoa y el militar peruano Gregorio de Escobedo. El resto del Batallón se alojaba en la parte sur de la Casa Consistorial, situada en los terrenos del actual Palacio Municipal.                     

En el batallón “Daule”  el comandante Joaquín Magallar se enfrentó al Capitán Luis de Urdaneta y fue  abatido junto a  ocho soldados que secundaron su acción,  la muerte del comandante Magallar fue la única que se dio en la toma de la ciudad. Por la mañana del 9 de octubre de 1.820  se organizó  una Junta de Guerra presidida por Luis de Urdaneta, donde se  nombró a José Joaquín de Olmedo como Jefe Político y al teniente Gregorio Escobedo como comandante militar.                                                                                                   

El  9 de octubre de 1820, el teniente peruano cacique Hilario Álvarez al mando de sus tropas apresa al comandante español Benito García del Barrio en su residencia, quien era la máxima autoridad del cuartel español del Batallón de Caballería Daule. Al tomarse esta instalación, cayó  el Fuerte Militar San Carlos ubicado al frente del Batallón en la actual avenida Malecón Simón Bolívar.

Siendo la  5 de la madrugada, desde el balcón de su casa, José de Villamil acompañado del prócer León de Febres Cordero y del pueblo de Guayaquil  se dio  cita  al lugar.  Luego José Joaquín de Olmedo junto a los patriotas firma el Acta de la Independencia de Guayaquil a las 10 de la mañana. En esta primera sesión acordaron “declarar la Independencia por el voto general del pueblo”, como se lee textualmente en el Acta de Independencia que se redacta en ese mismo momento y es firmada por José Joaquín de Olmedo. Este documento es fiel testimonio de que Guayaquil es libre e independiente por el esfuerzo y el patriotismo de sus hijos, representados magistralmente por los próceres de la Revolución.

Conquistada la libertad el 9 de Octubre de 1820, José Joaquín de Olmedo, presidente del Gobierno Provisorio de Guayaquil, envió al día siguiente tres comisiones para difundir la buena nueva de la Independencia. El prócer Diego Noboa fue comisionado para difundir la noticia de la libertad a los pueblos de Manabí y al resto de la Provincia Libre de Guayaquil.

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